Investigadores de la Universidad de Lund han desarrollado un análisis de sangre que puede diagnosticar la pérdida de memoria relacionada con el Alzheimer en el 90% de los casos. Este método puede ser utilizado por médicos de atención primaria, mejorando la identificación de enfermedades en comparación con los métodos tradicionales.
El equipo, dirigido por Sebastian Palmqvist, profesor asociado de neurología, creó una prueba que mide los niveles de la proteína p-tau217, un indicador de patología amiloide. Según Palmqvist, el aumento de los niveles de esta proteína en sangre es significativo en estadios avanzados del Alzheimer, llegando a ser hasta ocho veces superiores a los de personas sanas.
Además, se ha identificado una nueva variante de la enfermedad de Alzheimer asociada a dos copias del gen APOE4, que representa el 15% de los casos globales. La prueba se complementa con otro biomarcador que mide la relación entre las proteínas amiloides, ofreciendo un diagnóstico certero.
El análisis de sangre se valida con punción de líquido cefalorraquídeo y neuroimagen, que son los métodos de referencia actuales. La prueba fue evaluada en 1.213 personas mayores, mostrando que la precisión de los médicos de atención primaria fue del 61%, mientras que los especialistas alcanzaron el 73%.
Oskar Hansson, coautor del estudio, señala que las pruebas actuales son imprecisas y que muchos pacientes son diagnosticados erróneamente con enfermedades que imitan los síntomas del Alzheimer. La nueva prueba podría mejorar enormemente la atención médica al descartar otras enfermedades.
Aunque los resultados son alentadores, los investigadores advierten que el diagnóstico debe confirmarse mediante métodos tradicionales. Se espera que dentro de uno o dos años se establezcan directrices clínicas para el uso del análisis de sangre.
La ciencia sigue avanzando en el diagnóstico del Alzheimer, que supone el 70% de los casos de demencia en todo el mundo. Recientemente se ha introducido lecanemab, un fármaco que tiene como objetivo frenar la progresión de la enfermedad, aunque se ha cuestionado su eficacia por los riesgos asociados.
En resumen, el análisis de sangre desarrollado por la Universidad de Lund supone un avance significativo en la detección precoz del Alzheimer, que podría transformar el enfoque diagnóstico en atención primaria.