La autora argentina Samanta Schweblin, famosa por su habilidad para indagar en los límites entre lo real y lo mágico en sus cuentos, lanza su nuevo libro, El buen mal. Este texto, compuesto de seis historias, explora temas como el temor, el remordimiento, la muerte y la incertidumbre actual, reafirmando su lugar como una de las voces más únicas de la literatura moderna en español.
La escritora argentina Samanta Schweblin, reconocida por su capacidad para explorar los límites entre lo real y lo fantástico en sus relatos, presenta su nuevo libro, El buen mal. En esta obra, compuesta por seis relatos, se adentra en temas como el miedo, la culpa, la muerte y la incertidumbre del presente, consolidando su posición como una de las voces más singulares de la literatura contemporánea en español.
En El buen mal, la escritora conserva su estilo distintivo, donde lo habitual se distorsiona ligeramente hasta generar inquietud. En estas historias, junto a sus temas constantes como la soledad, la falta de comunicación y lo insólito, introduce nuevas inquietudes, como el nihilismo, la carga familiar y el efecto de la muerte en los que permanecen.
Schweblin medita sobre el poder de la literatura para confrontar el temor. «Me intriga investigar esas fuerzas invisibles que controlan nuestras existencias, los temores que nos caracterizan, las narrativas que creamos sobre nosotros y los dictados culturales que nos rigen», indica. Su obra literaria se origina en una cuestión crucial: «¿Qué ocurre cuando algo imprevisto surge en nuestras vidas y pone a prueba nuestras certezas?». Esta premisa permea sus cuentos, creando una tensión que mantiene al lector en constante vigilia.
Schweblin reflexiona sobre la capacidad de la literatura para enfrentar el miedo. «Me interesa explorar esas fuerzas invisibles que rigen nuestras vidas, los miedos que nos definen, las historias que nos contamos sobre nosotros mismos y los mandatos culturales en los que vivimos», señala. Su literatura parte de una pregunta clave: «¿Qué pasa cuando algo inesperado irrumpe en nuestras vidas y desafía nuestras certezas?». Esta premisa atraviesa sus relatos, generando una tensión que mantiene al lector en un estado de constante alerta.
Para la autora, la literatura es una herramienta que nos permite comprender mejor nuestra propia existencia. «Un gran libro es un corazón latiendo en el pecho de otro», dice, citando a Rebecca Solnit. Y añade: «Cuando leemos, constantemente generamos juicios, anticipamos lo que va a suceder, intentamos comprender. Pero cuando una historia nos sacude y no logramos explicarla del todo, es ahí donde realmente entendemos lo que nos importa y lo que nos asusta».
En sus nuevos relatos, Schweblin despliega una serie de situaciones que confrontan al lector con la fragilidad de la realidad. Entre ellas, un intento de suicidio fallido, una llamada que revive la muerte de un niño, el distanciamiento entre un padre y un hijo tras un accidente fatal, y actos de cuidado que derivan en tragedias inesperadas. Para la autora, estos relatos son una respuesta a la sensación de incertidumbre que define el presente. «Estamos en un momento de gran vulnerabilidad. Todo aquello que creíamos estable se está desmoronando», reflexiona. En este contexto, la literatura se convierte en un espacio de exploración y preparación para lo que podría venir. «Es un ensayo general para la vida», sostiene.
Desde hace más de diez años, la escritora vive en Alemania, donde enseña Literatura Creativa. Su perspectiva ha sido formada por la experiencia de habitar en variados entornos culturales, lo que le facilita detectar patrones que van más allá de las fronteras. En su examen de la situación actual, observa con inquietud el surgimiento de ciertos movimientos políticos y sociales. «Para comprender el futuro de muchos países, es suficiente con observar lo que está sucediendo en Argentina. Es un escenario desolador», alerta.
Desde hace más de una década, la autora reside en Alemania, donde imparte clases de Literatura Creativa. Su visión del mundo ha sido moldeada por la experiencia de vivir en diferentes contextos culturales, lo que le permite identificar patrones que trascienden fronteras. En su análisis de la realidad actual, observa con preocupación el auge de ciertos movimientos políticos y sociales. «Para entender el futuro de muchos países, basta con mirar lo que está ocurriendo en Argentina. Es un escenario devastador», advierte.
Con El buen mal, Schweblin reafirma su lugar como una narradora imprescindible, capaz de transformar lo ordinario en una exploración profunda sobre la naturaleza humana y los miedos que nos definen. Su escritura, marcada por la precisión y la tensión narrativa, sigue desafiando a los lectores a cuestionar las certezas con las que enfrentan la realidad.